Fundación Libertad y Progreso: en los últimos años, las provincias han aumentado casi un 70 % el empleo público

DIARIO SAN RAFAEL Durante los últimos años, el empleo público en la mayoría de las provincias siguió avanzando. El primer lugar lo ocupa Formosa, donde el 70% de los empleados con aportes tiene un puesto estatal. Las otras provincias que completan el ranking y tienen más empleo público que privado registrado son La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero y Chaco.

El economista Eugenio Mari, de la Fundación Libertad y Progreso, hizo un análisis de esta situación. «Las provincias no pueden estar ajenas a que el gobierno nacional está buscando un equilibrio fiscal. En la Nación hay cerca de 600 mil empleados públicos y en las provincias son 2.300.000. Evidentemente, una reestructuración y una reducción de gastos solo a nivel nacional no alcanzará. La mayor parte del empleo público se concentra en las provincias», manifestó ante los micrófonos de FM Vos 94.5 Eugenio Mari. «En los últimos 20 años las provincias aumentaron el empleo público muy por encima del crecimiento de la población argentina. Ahora bien, estos altos índices de empleos no se vieron reflejados ni siquiera con una mejora en la atención pública, la salud o la educación. El modelo kirchnerista se basó en una visión que se centró en darle un rol preponderante al Estado dentro de la economía argentina», examinó el economista. «Ese modelo no dio buenos resultados, por eso, ahora, el gobierno nacional está tratando de dar un golpe de timón muy fuerte.

El gran interrogante del presente pasa por saber si las provincias acompañarán el nuevo programa», amplió. Luego, dijo que en cuánto a la generación de empleo público la situación de las provincias es muy dispar. «El escenario de las distintas jurisdicciones es muy heterogéneo. En los últimos años el empleo público aumentó un 70 % en promedio. En algunas provincias se registraron incrementos mucho mayores. «Formosa y La Rioja son algunas», ejemplificó. «Las provincias que tienen mayores empleados públicos que privados, no se caracterizan por su desarrollo económico. En estas provincias los niveles de pobreza son muy altos (Formosa, La Rioja, Catamarca y Chaco) y los niveles de desarrollo productivos son muy bajos», aclaró el especialista en la materia. Asimismo, indicó que la mayoría de ellas se nutren de la coparticipación. «Son las que menos producen, por eso hay que avanzar sobre una reformulación de la estructura de incentivos. Gastar la plata con la billetera ajena (refiere a la coparticipación federal de impuestos) no ha funcionado.

En este sistema la Nación recauda y luego lo distribuye. A La Rioja el 97 % de los ingresos provinciales se los transfiere la Nación, casi no tiene ingresos propios. La coparticipación genera una desigualdad entre las jurisdicciones. «Muchas aportan más de lo que reciben, entre ese grupo está Mendoza», advirtió Mari. Por otra parte, explicó cómo se podría avanzar hacia un sistema más equitativo. «Desde el punto de vista económico, Argentina debe modificar el sistema de la coparticipación. Necesitamos un esquema que mejores la distribución y el régimen de impuestos. Debemos ir hacia lo que se denomina una correspondencia fiscal: el que gasta debe ser el encargado de recaudar», argumentó. «Se trata de un desafío que hay que encarar. El camino ideal es el del consenso entre Nación y las provincias. La otra salida posible puede llegar a ser más conflictiva. La Constitución plantea que las provincias tienen su autonomía, por ello cada una de ellas tienen el derecho constitucional a salir del sistema de coparticipación de impuestos. La misma Constitución les otorga el derecho de cobrar los impuestos de forma directa (por ejemplo, el IVA). Este último camino, se puede dar en las provincias que se ven perjudicadas por el sistema actual. Se trataría de una salida unilateral», fundamentó al cierre de la entrevista.