Economistas cuestionan que los sueldos se ajusten con la inflación

EL TRIBUNO DE SALTA – No creo que sea viable, dijo Aldo Abram, director ejecutivo de Libertad y Progreso. El diputado Julio Moreno considera que Urtubey debe cambiar el decreto antes de irse.

Duros cuestionamientos realizaron economistas consultados por El Tribuno sobre el decreto que ajusta este año los salarios de los empleados estatales provinciales de manera automática con la inflación del Indec. Coinciden en que puede generar un grave problema fiscal para el gobierno que encarará desde el 10 de diciembre Gustavo Sáenz.

“No creo que sea viable. Los costos se deben estar viendo por algún otro lado porque a veces la gente piensa que mágicamente la plata aparece y no hay milagros, no hay magia”, afirmó ayer Aldo Abram, director ejecutivo de Libertad y Progreso, durante una visita a Salta.

  Julio Moreno

Ayer, El Tribuno publicó un informe sobre el mayor peso que ganan los salarios sobre los recursos totales del Gobierno provincial y más aún sobre los fondos destinados para los gastos corrientes. Según las proyecciones de cierre de este año, de cada 100 pesos del Grand Bourg, 68 se utilizaron para la masa salarial. La incidencia es mayor si se mira los recursos tributarios, ya que los sueldos comprometen casi el 80% de esa fuente de ingresos.

Este año, los trabajadores estatales tendrán subas de entre el 45 y 50%. En Córdoba se decidió sacar la cláusula gatillo ante la recesión. 

En julio, tras un paro de los docentes autoconvocados, el gobernador JUAN MANUEL URTUBEY decidió que las subas de los sueldos se determinaran para “los meses subsiguientes de este año”, según el decreto 1046, en base al índice de precios del Indec. Esto puede ser un riesgoso antecedente para Sáenz, quien no podrá hacer frente a ese nivel de erogaciones ante la caída de la recaudación y la coparticipación.

   Aldo Abram

El economista y diputado provincial Julio Moreno afirmó que Urtubey “debería sacar otro decreto ante la notable recesión ya que se puede generar un colapso”. Aunque el instrumento legal publicado en el Boletín Oficial el 29 de julio rige hasta fin de año, remarca que le deja un grave problema a la nueva administración.

Pedido a Urtubey

“¿Cómo hace el nuevo gobierno para hacer otro replanteo de suba de salarios? Urtubey tendría que poner otro parámetro antes de irse, tendría que derogar ese decreto. Está dejando un problema muy serio”, remarcó Moreno.

“Todo lo que está mejorando esos sueldos, está bien que sea una prioridad, desde un punto de vista político, pero de algún lado está saliendo, por ejemplo obras públicas. Y eso no es sustentable, porque no podemos pensar en una provincia o un país que le paga bien a los estatales, pero no puede sacar un camión a la ruta porque termina destrozado y no puede llevar la producción a ningún lado”, advirtió Abram.

El decreto le marca un riesgoso antecedente para la administración que encarará Gustavo Sáenz en la Provincia desde diciembre. 

En Salta, por cierto, hay una notable subejecución del plan de trabajo público que se incluyó en el Presupuesto 2019, incluso lo admitieron actuales funcionarios. La caída en la inversión de bienes de capital impide generar un mayor crecimiento y no permite que esos fondos puedan ampliar la capacidad instalada productiva en la provincia.

El impacto

Abram afirmó que otra forma de mantener ese gasto “es aumentarle fenomenalmente (impuestos) a sectores productivos que no venden nada, los vas a llevar a la quiebra. Vas a producir menos”.

“Entrás en un círculo vicioso donde cada vez el Estado es más grande, gasta más porque mantiene buenos sueldos, pero como los otros no generan empleo los toma el Estado, pero el sector que te va a generar la riqueza para pagar los gastos del Estado y sus empleados está produciendo cada vez menos. Es imposible que funcione nada así”, afirmó Abram.

Moreno hizo notar que al fuerte peso salarial se suma la deuda que tiene la provincia por el Plan Bicentenario y por el Fondo de Reparación Histórica. “Desde el año que viene hay que pagar intereses y luego capital, no se podrá con tanto porcentaje que tienen los salarios”, señaló. “Van a quedar muy resentidas las finanzas”, sentenció.

Los recursos para pagar sueldos ascenderán este año, de acuerdo con las proyecciones a $55.178 millones, son casi $10 mil millones más de lo que se había consignado en el presupuesto. Un incremento muy significativo ante la fuerte recesión.