Si Gelbard es el referente de Batakis, nada bueno podía esperarse en anuncios económicos

Miembro del Consejo Académico de Libertad y Progreso. Licenciado en Economía por la Universidad Católica Argentina. Es consultor económico y Profesor titular de Economía Aplicada del Master de Economía y Administración de ESEADE, profesor titular de Teoría Macroeconómica del Master de Economía y Administración de CEYCE.

INFOBAE – Cuando la ministra de Economía, Silvina Batakis, afirmó que el derecho a viajar colisiona con el derecho a trabajar, que la inflación es multicausal y, sobre todo, que José Ber Gelbard mejor ministro de economía de la historia económica argentina, ministro que con el invento de la inflación cero llevó la economía al rodigrazo de 1975, quedaba bastante claro que era muy difícil que fuese a anunciar un plan económico para salir de la profunda crisis en que está sumergida la Argentina.

Batakis dijo que cree en el equilibrio fiscal, sin embargo, el gasto primario aumentó el 78% en los primeros 5 meses del año respecto a igual período del año anterior y se observan aumentos en todos los rubros por arriba de la tasa de inflación. Al mismo tiempo, el déficit primario aumentó el 409% siempre comparando los primeros 5 meses de este año con igual período de 2021. Si va a continuar con el plan del presidente, el problema se va a agravar considerando los datos de los primeros 5 meses del año.

Si uno observa la expansión monetaria que está haciendo el BCRA para financiar el rojo fiscal, advierte que, incluso en junio, los números fiscales están totalmente desbordados.

No es cierto, como afirmó Batakis, que no se justifican técnicamente los aumentos de precios de los últimos días. Basta con ver la emisión monetaria de fin de junio y principios de agosto para advertir que hay una clara explicación técnica, sumado a que las expectativas inflacionarias de los agentes económicos también constituyen una explicación técnica cuando ve a un gobierno sin rumbo, con fuertes peleas internas y propuestas de más gasto público en un contexto de déficit fiscal.

Respecto a la reducción del gasto los anuncios que hubo fueron: 1) el anuncio de las tarifas de los servicios públicos, aunque no se dijo cómo y 2) que se congelarán los ingresos al empleo público y esto permitirá bajar el gasto en $600.000 millones.

El punto 2 es muy llamativo, porque no habló de reducir la plantilla de personal, sino de no contratar más gente. El gasto en personal según el presupuesto vigente es de $ 1.419.371 millones para todo 2022, ¿cómo hará para reducir en lo que queda en los 6 meses que quedan del año, porque junio ya está jugado, para bajar el gasto en sueldos en un 42%? ¿Mirará los números fiscales Batakis antes de hablar sobre las medidas?

Otro dato curioso es que Batakis afirmó que el tipo de cambio bilateral está en equilibrio, que no hace falta una devaluación del peso. El gráfico que se ve más arriba muestra la caída del tipo de cambio real multilateral en un 24,7% desde que asumió este gobierno. Salvo que Batakis crea que el peso se fortalece cada vez más parece difícil sostener que el tipo de cambio real multilateral está en equilibrio. Es más, está en los niveles de 2012 y 2013 cuando había cepo cambiario porque las reservas del BCRA agonizaban al igual que ahora.

Afirmar que la tasa de interés real será positiva implica buscar una tasa de interés real que compense las expectativas inflacionarias y de devaluación del peso. ¿Qué tasa de interés real cubre hoy la incertidumbre de un gobierno sin rumbo, con un fenomenal desequilibrio fiscal y fuertes peleas internas?

El resto de las medidas son promesas más que medidas concretas.

En síntesis, Batakis tenía que decir algo antes de la apertura de los mercados y lo hizo. Lejos estuvo de anunciar un plan económico que diga qué se quiere hacer y, sobre todo, cómo se va a lograr.

Fue un típico discurso setentista con el agregado que, ahora, le echa la culpa a la guerra en Ucrania como si fuera la responsable de nuestra tasa de inflación récord, agregando el condimento setentista de los conocidos aumentos de precios no justificados y la especulación financiera.

En definitiva, nada nuevo bajo el sol. Sigue el populismo económico.