Pocos contra todos

Enrique Blasco Garma
Consejero Académico en Libertad y Progreso

INFOBAE – El gasto estatal aumentó muy por encima de los ingresos medio de la población, pasó del 22% del PBI en 2002 a 38% del PBI, según la serie del Fondo Monetario Internacional, sin que se aprecien mejores prestaciones.

Por el contrario, el poderío concedido a dirigentes gremiales y varios entes viene trabando actividades productivas. Incluso, diversas empresas consiguen privilegios y concesiones impositivas, como algunas radicadas en áreas promocionadas históricamente, que agravan las cuentas del resto.

La Coparticipación Federal de Impuestos otorga cuantiosos fondos a provincias, en montos extremadamente desiguales por habitante, sin explicación alguna.

Ahora, el control de cambios y de importaciones conceden nuevas discriminaciones que traban el proceso productivo y comercial, mientras en algunos casos provoca la ampliación de privilegios particulares, con un resultado final de empobrecimiento generalizado.

Si se acordara suprimir esas regulaciones discriminatorias se podría volver a estar entre las naciones más ricas del planeta, como a comienzos del siglo pasado. En el Libro “Por un País más Justo y Floreciente”, detallo los privilegios que nos empobrecen y planteo eliminarlos.

Si se acordara suprimir las regulaciones discriminatorias se podría volver a estar entre las naciones más ricas del planeta, como a comienzos del siglo pasado

La historia argentina muestra tres etapas diferenciadas, del país de una pequeña cúpula contra todos; al país de todos para el mundo y vuelta al de la cúpula contra todos.

Desde la Declaración de la Independencia en 1816 hasta la Constitución de 1853/60, los dirigentes prosperaban guerreando entre sí, mientras descuidaban a la población. Pocas seguridades para producir y progresar despoblaron una geografía, con menos de un millón de habitantes.

A partir de la Constitución, las libertades individuales abrieron oportunidades a gentes de buena voluntad del planeta. La Argentina produjo el desarrollo más dinámico del mundo; en 60 años, la población se multiplicó a 7 millones de personal y alcanzó los ingresos por habitante más alto.A partir de la Constitución, las libertades individuales abrieron oportunidades a gentes de buena voluntad del planeta. La Argentina produjo el desarrollo más dinámico del mundo (Reuters)A partir de la Constitución, las libertades individuales abrieron oportunidades a gentes de buena voluntad del planeta. La Argentina produjo el desarrollo más dinámico del mundo (Reuters)

Tras la Primera Guerra Mundial, novedades políticas fueron recortando los incentivos productivos en el país, proceso que se intensificó luego de la Segunda Guerra Mundial y se acentuó desde 1980.

Esta breve descripción conjuga la interacción de Conocimientos y Libertades, los parámetros estables para progresar, acordando reglas favorables a conocimientos, habilidades. Cada una de las ciencias lo hace. Los países que avanzan también. Ninguno progresa sin reglas estables, la esencia del entendimiento y los idiomas. En contraste, donde las normas son inciertas la confusión es aguda. A mayor incertidumbre personal, peor rezago.

La Argentina ahora intensifica pugnas, privilegiados poderosos contra conjuntos empobrecidos. Hasta la corrupción de funcionarios enriquecidos merced al uso discrecional de las tareas encomendadas.

La Argentina ahora intensifica pugnas, privilegiados poderosos contra conjuntos empobrecidos

La ciencia económica abandonó la simplificación, el atajo unificador de suponer la igualdad de la información, compartida por los consumidores y productores, -la base de las curvas de la demanda y oferta de la economía neoclásica.

Con el reconocimiento que la información es limitada y, por lo tanto, diferente a nivel de cada individuo, la disciplina económica se hizo política, sociológica, e incorporó aspectos de la psicología. Este cambio de paradigmas divide las miradas, incluso según las edades. Los más jóvenes e incididos por la visión neoclásica, recibida en los primeros cursos, se siente atraída por la sensación de omnipotencia.

Si todos los agentes económicos compartiesen la misma información, no sería requisito ponerse de acuerdo, la planificación centralizada sería la respuesta a los males de los países. En cambio, una vez incorporada la noción de que las personas consiguen diferentes habilidades y aspectos parciales de la realidad, las negociaciones personales son la respuesta.

Roger Coase, con su famosísimo artículo “el problema de los costos sociales”, publicado en 1960, alumbró la necesidad de las instituciones, junto con Friedrich Hayek, Herbert Simon, Daniel Kahneman, Vernon Smith, Oliver Williamson, y otros Premio Nóbel de economía.

¿Qué son las instituciones?

Las instituciones son el conjunto de reglas que facilitan coordinar los intercambios interpersonales. El entramado de los conocimientos compartidos, desde lenguajes, culturas, ideologías, sistemas de medición, gobernanzas, Estados, empresas, mercados, monedas, etc. Dado que las personas difieren en múltiples aspectos, informaciones y habilidades, requieren pautas comunes para negociar actividades valiosas. Tantos menos firmes los acuerdos interpersonales, menos firmes las certezas y los valores de las propiedades e ingresos. Transparencia Internacional registra 90 países menos corruptos que la Argentina, señalando la inseguridad impuesta por los pocos contra todos.

La diferente dinámica de los países reside en la fortaleza de los contratos a través del tiempo. No en diferencias raciales, geográficas, etc. Aquellos Estados con escasísimos acuerdos demuestran impericias para concretar actividades productivas. Los países más inciertos tienen los menores ingresos, registran los datos de las Perspectivas Económicas del FMI.

Abatir la inflación requirió firmes convicciones compartidas, incorporadas en una gobernanza de control, evolucionada en la Federal Reserve System de los EEUU. Entre 1982 y 2021, la Fed mantuvo la inflación reducida, cercana a la pauta anunciada de 2% anual.

Entre 1982 y 2021, la Fed mantuvo la inflación reducida, cercana a la pauta anunciada de 2% anual

Sin embargo, y como suele suceder al ganar exceso de confianza en las metas, los directivos fueron perdiendo el nexo entre instrumentos y resultados. Ahora está pagando el costo de los errores y no se sabe cuándo retomarían el control completo. La confianza perdida exhorta demostrar que se retomó la determinación y el uso de los instrumentos apropiados.

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