Agustin P. Justo, Jorge R. Videla y la democracia en deuda

Director de Políticas Públicas en

URGENTE 24 La coparticipación federal de impuestos provoca graves problemas recurrentes. La Nación vivió más de 120 años sin un sistema de coparticipación federal. Y funcionó. Los mejores años de la República fueron sin coparticipación federal de impuestos. La coparticipación fue una creación de Agustín P. Justo reorganizada en días de Jorge R. Videla, y los demócratas no han cumplido tan siquiera con el mandato de la Constitución Nacional. Es la cruda verdad. Los demócratas terminan poniendo en crisis el sistema institucional.

En un excelente trabajo publicado cuando era profesor titular en UCA de Economia Politica, y Ordinario de Derecho Constitucional, Roberto Antonio Pulte, evaluó la coparticipación federal de impuestos, sistema en crisis por decisión de todos y cada uno de los gobernadores quejosos.

Tal como recordó Pulte, una nueva ley de coparticipación impositiva fue encomendada por los convencionales constituyentes de 1994, y nunca cumplida por el Congreso de la Nación

Más adelante el autor presenta la propuesta de Manuel Solanet. Director de Libertad y Progreso

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El ‘modelo Solanet’

En la Argentina e ha ido incrementando el gasto público en todos los niveles de gobierno. Y ese gasto es insostenible: no hay posibilidades de cubrir con impuestos genuinos un gasto del 45% del PBI. Hay que hacer algo.

El aporte más audaz e interesante sobre la coparticipación lo hizo Manuel Solanet desde la Fundación Libertad y Progreso, a partir de reconocer todas las limitaciones preexistentes. Sin embargo, quizás por la Solanet y la Fundación son de ideas liberales, las fuerzas ‘populares’ ni siquiera aceptaron debatir la utilidad de las ideas (que no se matan, vale la pena recordarlo).

Hasta ahora no fue debatido en forma legislativa pero, ante el incumplimiento general, sería la única forma de dar un salto de calidad no sólo institucional sino también recaudatorio.

Manuel Solanet reconoció la imposibilidad de mejorar la distribución de los recursos sin modificar el sistema de recaudación y reparto verticalista por uno más horizontal.

En la crisis presente chocan la decisión arbitraria de la Nación para especular políticamente castigando al bastión opositor CABA y beneficiar a su bunker electoral (GBA), no permitiendo a la Ciudad reprogramar sus gastos. Sin duda, un ejercicio de centralismo abusivo de parte de quien se ufana de ser Presidente federalista, y comete su abuso aprovechando las posibilidades que tiene la Nación de modificar por decreto los coeficientes de distribución secundaria de la Coparticipación Federal.

Solanet propuso algo muy federal: devolverles a las provincias potestades tributarias que en algún momento tuvieron: que las provincias vuelvan a hacerse cargo de cobrar y administrar los impuestos directos, tales como Ganancias sobre personas físicas, combustibles, bienes personales e impuestos internos.

En la recaudación del Gobierno nacional deberían quedar solo impuestos que cubran estrictamente su gasto.

Ingresos Brutos debería reemplazarse por un tributo a las Ventas Finales de Consumo “y calibrar la alícuota de éste con la del IVA (nacional) para lograr un resultado de distribución primaria entre la Nación y el conjunto de provincias que no altere y que empalme con la que resulta del régimen de Coparticipación vigente.”

El sistema exigiría un mecanismo de redistribución horizontal entre provincias para que nadie reciba demasiado poco, un empalme con el presente.

Manuel Solanet explicó la ventaja de su propuesta:

Si un gobernador quiere aumentar su gasto, debería aumentar sus propios impuestos. Habrá un salto de calidad en la responsabilidad de cada administrador a la hora de tomar una decisión. Un sistema de premios y castigos, de incentivos orientados correctamente.

Otra frase a favor de la propuesta de Solanet:

Si un impuesto se evade dentro de una provincia, queda el 100% dentro de la jurisdicción. Pero si se paga, retorna solo un porcentaje a causa de la coparticipación federal. Si los impuestos fueron potestad de las provincias, los gobernadores tendrían que trabajar más y mejor para combatir la evasión porque eso les daría más recursos.