Aunque creció 2,9% en enero, la actividad económica se desacelera

Analista Económico en Fundación Libertad y Progreso

Economista de la Universidad Torcuato Di Tella

CLARÍN En enero de 2023, el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) creció 2,9% en la comparación interanual, mientras que se expandió 0,3% respecto a diciembre en la medición desestacionalizada, según informó esta tarde el INDEC.

De este modo, el producto bruto interno confirma su desaceleración ya que había cerrado el año pasado con un crecimiento del 5,2%.Para este año, las proyecciones de los analistas privados apuntan a una caída de la actividad de entre 1 y 5%, pese a que desde el Gobierno insisten en que habrá un crecimiento del 2%,

Con relación a igual mes de 2022, 14 de los sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas en enero, entre las que se destacan las de Pesca (+81,2%), Explotación de minas y canteras (+11,5%) y Hoteles y restaurantes (+8,6%).

Sin embargo, el sector Industria manufacturera (+7,1%) fue el de mayor incidencia positiva en la variación interanual del EMAE, seguido por Comercio mayorista, minorista y reparaciones (+5,2%).

Por su parte, el impacto de la sequía se sintió en enero. El sector Agricultura, ganadería, caza y silvicultura fue el único que registró una caída en la comparación interanual, con una pérdida de 15,5% a nivel interanual. Este rubro le restó 0,7 puntos porcentuales a la variación interanual del EMAE.

“El crecimiento de 0,3% desestacionalizado en enero trae un poco de alivio, dado que cortó una racha de 4 meses de caídas, pero hay que tomarlo con pinzas. Cuando se observa el indicador de tendencia-ciclo se observan seis bajas consecutivas. Es decir, no podemos hablar de un quiebre en la tendencia contractiva. Incluso, con el dato de enero, la actividad económica volvió a los niveles del primer trimestre de 2022″, indicó Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso.

“Con el correr de los meses, la caída en las exportaciones hará cada vez más evidente la escasez de reservas que tiene el Banco Central y profundizará aún más las restricciones de importaciones. Aquí es donde aparece la segunda complicación que frenará el crecimiento”, dijo el economista.

“Las importaciones de bienes de capital y bienes intermedios superan el 50% del total de compras al exterior. Si a esto se le suma combustibles y accesorios para bienes de capital, la participación supera el 80%. Con esto es evidente, que en la medida en la que se restrinjan las importaciones, la industria se verá fuertemente afectada y tampoco podrá crecer”.

Para este año, las pérdidas estimadas por la sequía llegan a los US$ 20.000 millones, según advirtieron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.

Moschet marcó también que “la posibilidad de que se profundice la crisis financiera internacional puede llegar a ser un agravante. Por sí sola, la mayor tasa de interés en Estados Unidos genera una mayor demanda de bonos de ese país y desalienta la demanda de aquellos que son más riesgosos, como los argentinos”.

“El aumento en el costo del crédito sumará dificultad a la inversión privada, que de por sí, será baja ante la incertidumbre pre electoral. De manera que, la actividad económica también recibirá un golpe desde ese lado”, concluyó Moschet.

Desde LCG suman que “con una inflación que continúa elevada y navega a ritmos del 105-110% anual difícilmente pueda esperarse una recuperación de los salarios y, con ello, del consumo. Asimismo, en medio de una campaña electoral, no somos optimistas a que la inversión sea un factor que traccione la actividad durante este año. En síntesis, proyectamos una caída en torno al 3,8% anual promedio”.