En el mes de agosto, el IPC-LyP mostró un aumento de 10,7% mensual. Este resultado marca la suba mensual más alta desde marzo de 1991, incluso superando el registro de abril del año 2002, en medio de la salida de la Convertibilidad. Por su parte, la variación interanual ascendió a 120,8%. Hay que ir hasta septiembre de 1991 para encontrar un registro de esa magnitud.
Representa una aceleración en la tasa de variación mensual del índice de precios de 4,3 puntos porcentuales en relación al dato anterior informado por el INDEC (6,3%). La inflación acumulada en los primeros ocho meses del año es de 77,3%; es la acumulada más alta en 22 años (desde 1991). Dentro de la última década, los registros acumulados más altos para los primeros ocho meses del año fueron 32,3% en 2021 y 56,4% en 2022.
Fuente: Libertad y Progreso en base a INDEC y estimaciones propias. *Base para el cálculo acumulado el mes de asunción del presidente. Período administración Alberto Fernández diciembre 2019-agosto 2023.
El rubro “Alimentos y bebidas no alcohólicas” presentó una suba de 9,9%, con una incidencia de 2,3p.p. en el índice. A pesar de ser el que más aportó en la suba de la inflación, hubo seis rubros donde las magnitudes de las variaciones fueron superiores y se ubicaron en 2 dígitos. Entre ellos se encuentran “Medicina” con un incremento de 16,0%, al cual le siguen “Comunicaciones” con 15,2% y tanto “Vivienda” como “Educación” comparten el tercer lugar con subas de 14,5% en ambos casos. Finalmente, “Mantenimiento del Hogar” y “Bienes y servicios varios”, crecieron 13,1% y 11,4%, respectivamente.
Con todo esto, la inflación acumulada durante los primeros 44 meses de la presidencia de Alberto Fernández se ubicó en 609,8%, siendo la más alta acumulada por un presidente desde el año 1991.
Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso dijo que “para septiembre, nuestras proyecciones son que el IPC se situará en el intervalo del 8,5% al 10,0%, marcando el segundo mes consecutivo en el que el índice estará rondando los dos dígitos en términos mensuales”. Marí también agregó que “el aumento registrado en el IPC durante agosto genera un efecto arrastre superior a los 4 puntos para el índice de septiembre. Asumiendo que no hay otros shocks como en agosto, la dinámica de inflación subyacente ya nos acerca a los dos dígitos.
“En septiembre van a estar operando los congelamientos de precios de combustibles, transporte y prepagas, y habrá que ver el alcance del nuevo acuerdo de Precios Justos, que el gobierno espera que opere sobre unos 50.000 productos. Es probable que estas medidas ayuden a contener artificialmente el IPC de septiembre. Pero al mismo tiempo plantean un desafío para octubre, cuando estos acuerdos expiren y entonces los precios deban empezar a corregir el atraso. A lo que se suma la posibilidad de que haya un nuevo salto en el tipo de cambio oficial previo el desembolso del FMI“, agregó Marí.
Lautaro Moschet, Economista de la Fundación Libertad y Progreso comentó que “la devaluación dio un salto en la nominalidad de la economía muy importante que probablemente persista de acá a fin de año. Tomando el dato punta a punta del mes, los precios aumentaron 13,4%. Para peor, las expectativas de nuevas devaluaciones seguirán presionando al alza a las proyecciones de inflación y para fin de año estaremos pasando el 150%”.