Un auténtico liberal se construye desde el individualismo y la confianza

VISIÓN LIBERAL – Individualismo o Colectivismo, esa es la cuestión

El individualismo y el colectivismo son como las relaciones de pareja: mientras uno se dedica a construir una relación respetando los tiempos, el espacio y la carrera profesional de cada uno; el otro se esmera en planificarlo y controlarlo todo por encima de los deseos individuales. El psicólogo Ricardo Rodulfo comenta justamente que el problema de las relaciones en pareja hoy en día es la falta de libertad. El individuo confunde amor con control, donde el placer termina encontrándose en la percepción de poder hacia la otra parte más allá de los sentimientos genuinos que se pueda llegar a tener por su cónyuge. En materia económica la discusión es similar.

“¿Bajo que supuestos lo estás formulando?”. Los economistas hemos escuchado hasta el hartazgo esta pregunta, como si detallar las condiciones simplificadoras propias de cada teoría podría cambiar de alguna u otra forma las conclusiones y principios que de ella se deriven. “Definitivamente los supuestos son fundamentales”. Obviamente, pero no cambia en nada el análisis, ya que lo que necesitamos es entender cómo funciona la realidad, y para ello hacemos abstracción de algunos detalles para poder comprender lo que realmente es importante.

La discusión es por el método, aunque lo que realmente interesa son los resultados.

Hacia dónde queremos llegar más allá del cómo llegamos. Aquí se encuentra inmersa la confusión. Dos individuos quieren construir una relación sana y sólida pero ambos discuten como hacerlo: por el individualismo o por el colectivismo.

El colectivismo escoge ir por el camino de la planificación, el control centralizado de lo espontáneo, la eliminación de la propiedad privada y la supresión de la libertad individual. No es más que sometimiento puro y llano, un proceso de dominación y un intento de demostrar quién tiene el poder. En definitiva, un camino de servidumbre.

Nuevamente la discusión es entre dejar que los esfuerzos de cada individuo sean recompensados por medio de la libre competencia o que sea uno sólo quien corone al ganador sin tener que trabajar por ello. En el fondo todo se reduce a una cuestión de incentivos. Con la planificación los incentivos son eliminados completamente, ¿por qué habría de esforzarse por algo si ya existe alguien que se ocupa de todo?, no hay margen para la acción. Si a cada paso el régimen centralizado se empecina en marcar lo que hay o no que hacer, decir o articular, el individuo pierde su esencia hasta dejar de sentir incentivo por todo.

No es posible un sistema económico sin incentivos ya que implicaría dejar todo en estado estacionario. La posibilidad de descubrimiento de una nueva ganancia, de cualquier tipo de progreso queda abolida, merced de un único actor.

Creo que lo que impulsa a luchar por la adopción de un sistema más colectivista no es la envidia sino el deseo.

El colectivista desea llegar a un determinado objetivo, como no está seguro de poder cumplirlo porque no confía en sus virtudes, sus capacidades, ni su fuerza interior que lo destaca sobre el resto opta por forzar las circunstancias. No se da cuenta que en ese forcejeo se aleja aún más de su meta. Porque su entorno es una continua fluidez de órdenes espontáneos. Al final, todo se remonta a una cuestión de inseguridad.

En cambio, el individualismo parte la aceptación, de la responsabilidad, de la esencia personal, en definitiva, de la libertad. Es por ello que se relaciona al amor con la libertad. Si uno ama verdaderamente a alguien acepta que el otro sea libre, inclusive si esa libertad implique que ese otro sea feliz con otra persona. El individualismo exige libertad, centrarse en el yo individual más allá del yo colectivo. Eso no es egoísmo. El egoísmo no tiene nada que ver con la libertad. No hay contradicción en el hecho de querer que cada uno sea libre de actuar como desee y a su antojo.

El liberal es individualista porque cree y confía en el otro. Obviamente, es un proceso lento y arduo de análisis interno de mucho ensayo y error.

Al igual que uno no se enamora de la noche a la mañana uno no despierta siendo liberal. Es una construcción a través del individualismo.